DIGESETT=AMET dice las infracciones a Conductor con mas de 100 Multas son reales.
En una rueda de prensa realizada en la sede central de la institución el Director de la Autoridad Metropolitana de Transporte DIGESETT=AMET, General Frener Bello Arias, dio a conocer los resultados obtenidos de la exhaustiva investigación que había ordenado a raíz de la denuncia que hiciera Leonardo Mateo Peña, a quien le aparecían 169 multas de tránsito y que él desconocía, determinándose que este había sido fiscalizado 129 veces por violación a las leyes de tránsito de las cuales 52 infracciones fueron impuestas durante la actual gestión y no como había denunciado. Estas fiscalizaciones le fueron impuestas cuando se desempeñaba como chofer de las rutas ASOCHOSAL M-102, ASOPROMIRO M-96a, M-96b y la ruta 103 M-103 de esta ciudad capital.
Como parte de la investigación el general Bello Arias cito a los 39 agentes de esa institución cuyos nombres figuraban en las actas comprobatorias de infracciones quienes confirmaron haber fiscalizado a Mateo en varias ocasiones por motivos de violaciones a las leyes de tránsito.
“Con esta investigación buscamos demostrar la realidad de los hechos en base a la denuncia hecha por ese conductor, de la cual varios medios se hicieron eco, y así mismo dar fiel testimonio de la transparencia y ética con la que actúan nuestros agentes que velan por la seguridad de todos los usuarios de las vías” puntualizó Bello Arias.
El pasado 15 de noviembre, Leonardo Mateo al hacer su denuncia dijo desconocer esas multas y deseaba conocer el agente que le había puesto todo esas infracciones.
Mateo estuvo acompañado de Eurípides González, identificado como su padre, quien manifestó que eso era un abuso de la Autoridad Metropolitana de Transporte y que no se explicaba como aparecían tantas multas en menos de cuatro meses
En la rueda de prensa el general Bello Arias estuvo acompañado de la Licda. Clara Melgen, Sub Directora de DIGESETT=AMET, la Directora de Desarrollo Humano Teniente coronel Yanet Jiménez Cabral, los Oficiales que tuvieron bajo su responsabilidad realizar la investigación; el Inspector adjunto de la Inspectoría General de la Policía Nacional, Coronel Ramón Ant. Marte Reyes y la Teniente coronel Anabel Cornielle, Encargada del Departamento de Procesamiento de Infracciones, así como Eurípides González, Mateo Peña y los 39 agentes que lo fiscalizaron.
DIGESETT desmiente imposición de multas falsas.
La Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), informó hoy que las denuncias realizadas por los ciudadanos sobre imposición de multas falsas, no corresponden a acciones cometidas por agentes en la gestión del general Frener Bello Arias, P.N.
Mediante un parte de prensa, la institución informó que esas prácticas fueron erradicadas hace tiempo de la DIGESETT, el vocero de la entidad, coronel Rafael Tejeda Baldera, indicó que se tiene conocimiento de que hay personas que con la intensión de denigrar el trabajo y saneamiento que se ha realizado en este organismo, se están dando a la tarea de llamar a algunos programas, haciendo estas denuncias.
“Esta práctica fue erradicada de nuestra institución, si algún ciudadano tiene una situación real, el mismo debe de acercarse a la instancias correspondientes y denunciar su caso, el cual será investigado”, enfatizó Tejeda Baldera.
El general Bello Arias, ha saneado y eliminado estas prácticas desde su llegada a la institución del orden vial en agosto de 2015 y todo caso que es de conocimiento de la dirección general de la DIGESETT, es investigado y se le ofrece una respuesta oportuna al ciudadano aplicando sanciones ejemplares a los responsables de cometer estas malas acciones.
Es preciso señalar que la DIGESETT, la Procuraduría General de la República y otras instituciones que tienen que ver con el tránsito y las infracciones han puesto controles a los fines del cumplimiento de la Ley 63-17 y que ciudadanos que se las habían levantado infracciones, han alegado que no recuerdan que hayan sido fiscalizados.
Recordamos que en el mes de noviembre se dio a conocer un caso donde el ciudadano Leonardo Mateo Peña, denunció que le habían impuesto 169 multas que no reconocía, de las cuales solo resultaron ser 129 y solo 52 habían sido impuesta en la actual gestión.
Al final de la investigación autorizada por el general Frener Bello Arias, se demostró que el señor Mateo Peña se había desempeñado durante mucho tiempo como chofer de las rutas ASOCHOSAL M-102, ASOCHOPROMIRO M-96ª, M96b y la ruta M-103 de esta capital y que luego reconoció que los agentes no se habían ensañado con su persona, sino que, los mismos le entregaban las infracciones y él las rompía tirándola al pavimento.
La Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (DIGESETT), informó hoy que las denuncias realizadas por los ciudadanos sobre imposición de multas falsas, no corresponden a acciones cometidas por agentes en la gestión del general Frener Bello Arias, P.N.
Mediante un parte de prensa, la institución informó que esas prácticas fueron erradicadas hace tiempo de la DIGESETT, el vocero de la entidad, coronel Rafael Tejeda Baldera, indicó que se tiene conocimiento de que hay personas que con la intensión de denigrar el trabajo y saneamiento que se ha realizado en este organismo, se están dando a la tarea de llamar a algunos programas, haciendo estas denuncias.
“Esta práctica fue erradicada de nuestra institución, si algún ciudadano tiene una situación real, el mismo debe de acercarse a la instancias correspondientes y denunciar su caso, el cual será investigado”, enfatizó Tejeda Baldera.
El general Bello Arias, ha saneado y eliminado estas prácticas desde su llegada a la institución del orden vial en agosto de 2015 y todo caso que es de conocimiento de la dirección general de la DIGESETT, es investigado y se le ofrece una respuesta oportuna al ciudadano aplicando sanciones ejemplares a los responsables de cometer estas malas acciones.
Es preciso señalar que la DIGESETT, la Procuraduría General de la República y otras instituciones que tienen que ver con el tránsito y las infracciones han puesto controles a los fines del cumplimiento de la Ley 63-17 y que ciudadanos que se las habían levantado infracciones, han alegado que no recuerdan que hayan sido fiscalizados.
Recordamos que en el mes de noviembre se dio a conocer un caso donde el ciudadano Leonardo Mateo Peña, denunció que le habían impuesto 169 multas que no reconocía, de las cuales solo resultaron ser 129 y solo 52 habían sido impuesta en la actual gestión.
Al final de la investigación autorizada por el general Frener Bello Arias, se demostró que el señor Mateo Peña se había desempeñado durante mucho tiempo como chofer de las rutas ASOCHOSAL M-102, ASOCHOPROMIRO M-96ª, M96b y la ruta M-103 de esta capital y que luego reconoció que los agentes no se habían ensañado con su persona, sino que, los mismos le entregaban las infracciones y él las rompía tirándola al pavimento.
Los “Digesett” han puesto el pie en el acelerador de las multas
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Entre enero y julio de este año ha fiscalizado un 12 % más
infracciones que en 2018
·
Las multas fantasmas siguen siendo un dolor de cabeza para la
población
Los Digesett o “Amets”, los agentes que fiscalizan el tránsito en el
país, han acelerado la colocación de multas a la población de conductores,
según los datos oficiales del Gobierno que revelan un incremento de un 12 % con
respecto al año anterior.
De acuerdo con datos de la Dirección General de Tránsito Terrestre
(Digesett) solo en 2018 se impusieron 812,930 multas de tránsito, que
arroja un promedio de 2,227 multas diarias en un parque vehículo que rondaba
los 1,346, 852 de vehículos a los que se les esperaba emitir un
marbete.
En tanto, entre los meses de enero a julio de 2019 se fiscalizaron unas
515,900 infracciones de tránsito. Esto coloca el promedio de multas diarias en
2,443 multas en los primeros 212 días del año.
Comparando con el mismo período de tiempo del año anterior, que fueron
unos 453,783 multas entre enero y julio de 2018, se percibe un incremento de
poco más del 12 %. El promedio de multas de los primeros 212 días del año
anterior fue de 2,140 multas diarias.
Cabe recalcar que en comparación con la cantidad de vehículos
circulando, la Dirección General de Impuestos Internos tiene un estimado de 1
millón 374 mil 321 vehículos a los que se les emitirá marbete solo un 2% más
que el año pasado.
Las multas fantasmas y las bases de
datos
En un hecho tan reciente como viernes
27 de septiembre, un juez federal de California prohibió al Servicio de
Inmigración y Control de Aduanas (ICE) que emita órdenes de arresto de
inmigrantes a partir de bases de datos de cárceles locales, al advertir que
pueden contener información incompleta o con errores.
¿Qué tiene que ver lo que decida un
juez en Estados Unidos sobre temas internos con República Dominicana? Nada.
Aunque la decisión sobre la que se basa el juez es similar: se trata de la base
de datos.
La decisión del juez viene a colación
debido a la decisión tomada por la Dirección General de Impuestos Internos
(DGII) de que los ciudadanos que tengan multas de tránsito no podrán renovar el
marbete.
La abrupta medida de Impuestos Internos
se hizo sin abordar la antigüedad de la infracción de tránsito fiscalizada por
Digesett. Pues no diferenció entre una ciudadana o ciudadano con una multa
registrada un mes antes del período de renovación del marbete, o dos meses
dentro del período de renovación de marbete (que vence el 31 de enero de 2019),
de una multa de seis meses hasta 10 años o 15 años de antigüedad.
Las “multas fantasmas” y la ley del tránsito en sus siete laberintos
No existe mafia ni hay penetración de hackers en ninguna plataforma. Pero las “multas fantasmas” como las ha bautizado la opinión pública, existen, están ahí, son una realidad.
Lo que hay es una ley de movilidad pública que “zigzaguea” en sus propios laberintos.
¿Y entonces?
Primer laberinto: La Digesett “no maneja Sistema (plataforma) de multas”. A la pobre DIGESETT es que han caído “todos los palitos” de este entuerto de las multas fantasmas. Eso ocurre pese a que este organismo apenas sirve de “intermediario” en la colocación de infracciones y su puesta en la plataforma digital. Nada más.
-“La DIGESETT no se beneficia de los resultados fiscales de la nueva ley de movilidad vial”, me explicó un funcionario de la institución. -“El artículo 298 de la Ley 63-17 que establece la disposición de los recursos (75% para la Procuraduría General de la República y 25% para el INTRANT) dispone en su párrafo único lo siguiente: El sistema funcional de las multas provenientes de las actas de infracciones será de exclusiva competencia del Ministerio Público”.
“Como puedes observar, la DIGESETT no maneja ese sistema o plataforma. Ese sistema está bajo la dirección de la Procuraduría General de la República desde agosto del 2017”, acotó.
Segundo laberinto: Las multas que la gente no reconocen “son en un 98% viejas, es decir, entre el 2006 y el 2016”. Estamos, por tanto, frente a un hecho preocupante, nuestras autoridades no habían sido capaces de cobrar tributos de ciudadanos infractores en diez años. Y ahora hay que hacerlo de “un solo tirón”. -“Vamos a aprovechar ahora el cambio de marbetes para obligar a que nos paguen”, diría un genio de la administración pública.
En tanto eso ocurre, hemos perdido el placer de conducir por nuestras carreteras, calles y avenidas. Conducimos temerosos de que un desaforado que ha acumulado más de “cien infracciones a la ley de tránsito” nos arrolle y nos mande al más allá. Sé de gente que siente temor de salir a las calles “a dar una vuelta” en vehículos que le han costado una fortuna y desean disfrutar del mismo al conducirlo. Sé de otros que “se persignan” y “encomiendan a Dios” cuando van a tomar el volante para ir a sus trabajos o dar un paseo con la familia.
-“Que Dios te proteja en esas calles”-le dicen a la salida de los hogares.
Y es que uno está expuesto a que un conductor de patanas, de carro o de una guagua del concho te frene “casi encima de ti” para demostrar que las calles son de ellos, poniendo tu vida en peligro. También, prepotentes conductores de autos de altos cilindrajes que andan llevándose a quien sea por delante. Sabrá Dios qué sustancia tienen unos y otros en la cabeza porque, si nos guiamos por la forma de conducir, no parecen que estén, o sean conductores normales.
Laberinto tres: Las multas que están apareciendo son viejas. Y hay casos, según me confirmaron, de conductores que realmente han acumulado más de 100 multas. ¡Oh Dios! ¿Dónde estaban nuestras autoridades? La solución que ha buscado la Procuraduría General de la República es enviar a estos infractores a tribunales de tránsito donde se la reducen a la mitad o a menos. Pero eso tiene un problema, se presta a la “negociación” y deja en las calles a virtuales “cegadores de vidas inocentes”.
La Dirección de Impuestos Internos (DGII) la Procuraduría General de la República (PGR) y la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) pospusieron la aplicación del cobro de multas como obligación para obtener el marbete o Impuesto de Circulación Vehicular. Una atinada y salomónica salida como antecedente de la solución definitiva del problema.
Laberinto cuatro: Tenemos que aplicar normas similares a la de los Estados Unidos. Después de equis cantidad de infracciones, a usted se le suspende la licencia de por vida, se le saca de las vías, ya que se ha constituido en “un criminal en potencia”. Existe la ley de movilidad pública, pero aún no comienza a ser aplicada en su justa dimensión en el país. Los reglamentos que aterrizarían este texto legal están en vías de elaboración, pero parece que no saldrán nunca. Mientras tanto, los “choferes del concho” y demás desaprensivos, están “muertos de la risa”, en razón de que todavía tienen chances de pavonearse en el caos del transporte público.
Laberinto cinco: Aquí se detiene el tránsito para dar paso a vehículos de altos funcionarios públicos. Una expresión del tercer mundo. Pude vivir una interesante experiencia en Washington, capital de Estados Unidos, cuando observé detenido en un semáforo en rojo, el séquito de vehículos del vicepresidente de esa nación: tres yipetas negras, idénticas. Pregunté qué quiénes eran los que iban en esos vehículos a mi colega ido a destiempo Leo Hernández, quien me había invitado a realizar un curso en la Universidad de Washington.
-“Ahí va el vicepresidente de Estados Unidos, mira cómo se detiene en el semáforo en rojo, no es como allá”, me dijo.
En esa oportunidad me enteré que días antes una parte importante del equipo económico del presidente Leonel Fernández había sido retenido por la policía, ya según me explicaron, uno de ellos se equivocó y condujo de manera errática, en vía contraria un vehículo, en un pequeño tramo de una de las calles de esta ciudad. Hubo que activar la gestión diplomática para que éstos fueran liberados. Eran los tiempos en que Estados Unidos arreció la lucha contra el terrorismo por el fatídico y lamentable atentado contra las torres gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre del 2001.
-“Esa detención se produjo en medio de un aparataje”,-me relataron. Un “taxista” fue el primero que se atravesó a los dominicanos. De inmediato, un hombre fornido, en pantalón corto que supuestamente se ejercitaba, sacó un arma y apuntó al vehículo. A poco rato varios vehículos oficiales se presentaron y retuvieron a los funcionarios dominicanos. Leo me había señalado que Washington es la ciudad más vigilada del mundo. Y colorín colorado, esta historia es dicha como me la contaron, deduzcan ustedes ahora el celo con que se maneja el tránsito en esas grandes urbes y que son de las cosas que debemos copiar.
Laberinto seis: “La nueva Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial en República Dominicana constituye un paso agigantado para la organización de las calles de nuestro país”, registra Google. Tiene ya dos años que entró en vigencia. Los ciudadanos nos frotamos las manos llenos de alegría, pensamos que con esta ley por fin se resolvería el caos en las vías públicas. El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT) sería el organismo llamado a enfrentar la situación. Pero nada, los choferes del concho y patanas siguen haciendo de las suyas y nadie pone “la tapa al pomo”. De ahí el mutis de los “gremios” de choferes porque, de hecho, siguen por sus cuentas.
Laberinto siete: Existe en la Cámara de Diputados un proyecto de ley de “amnistía fiscal” que eliminaría el pago de las infracciones de tránsito viejas para arrancar con las nuevas. Sería la alternativa, a menos que la Procuraduría y el INTRANT tengan otras salidas.
Urge dar una solución al “cuello de botella” que persiste en el tránsito. La correcta decisión de la DGII, la Procuraduría y Digesett de flexibilizar las condiciones para obtener el marbete o derecho para el tránsito vehicular es alentadora, pero solo si es para iniciar de una vez y por todas, la eliminación de los laberintos. Con esto solo se pospuso el problema, pero el mal persiste. ¿Hasta cuándo?
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