Tanto en los propietarios de vehículos pesados como de livianos es común la compra de gomas usadas, o recauchadas, con empollas o con roturas parciales para poder circular sin tener que gastar la cantidad de dinero que amerita adquirir la compra de neumáticos nuevos.
El uso de gomas recauchadas o reparadas por talleres o gomeras clandestinos, o de mala calidad, denominadas popularmente como “chinas”, supone un riego para quienes las utilizan así como para los demás conductores, especialmente cuando se conducen a altas velocidades y con un tonelaje (carga) importante o excesivo.
Según varios conductores de vehículos pesados consultados, la diferencia de precio y calidad entre estas gomas y las nuevas es abismal, sobre todo cuando se trata de comprar juegos completos para una patana las cuales necesitan entre 6 y 10 solo en el “cabezote”, más otras 4 u 8 en el remolcador.
Los conductores responsabilizan de esta práctica a las empresas en las que trabajan, en el caso de las que poseen sus propias unidades, de incurrir en esta práctica para economizar recursos, sin importar las vidas que ponen en peligro, tanto de sus empleados, como de demás ciudadanos.
Asimismo, otros choferes aseguran que utilizan las llantas hasta que “aguanten”, con la esperanza de que esta resista unos meses más, para así postergar el gasto.
Una mirada de cerca al negocio
En un recorrido que realizó Listín Diario por diferentes gomeras y talleres del Distrito Nacional, se constató que los negocios que venden gomas recauchadas son una menor parte. Algunos las venden con la advertencia de que son recauchadas, y otras veces lo hacen de manera engañosa, vendiendo “gato por liebre”.
“Los que hacen eso son los patanistas; recauchar una goma de un vehículo normal no vale la pena”, expresó un joven gomero de Villa Juana, al ser cuestionado sobre qué tan común es esa práctica.
Recauchar una goma consiste en reutilizar la banda de rodamiento de otro neumático que ya se averió, pero por su estructura lateral o interior, pegándosela con calor o pegamento especial a una goma ya gastada, pero con su estructura interior “buena”, puliéndola para disimular el trabajo, y en ocasiones poniéndoles hasta etiquetas para hacerlas parecer nuevas. El uso de este tipo de gomas, y su utilización a mayor presión de aire de la permitida, más la sobrecarga en que incurren muchos transportistas al desplazarse por las carreteras del país, más el manejo imprudente, son de los principales factores que causan accidentes en vehículos pesados, cada vez más frecuentes en las vías dominicanas.
Sin regulación
En busca de una respuesta sobre que hacen las autoridades para evitar o prevenir el uso indiscriminado de neumáticos “reparados” o en mal estado acudimos al Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), sin que hasta el cierre de esta edición se obtuviera una respuesta.
Hasta el momento de lo que se conoce en ese sentido es de operativos aleatorios que la entidad reguladora del transporte ha realizado en algunas estaciones de autobuses, en periodos de grandes movilizaciones como el de Navidad, en que técnicos de la entidad supervisan las condiciones y nivel de desgaste de los neumáticos de los grandes autobuses.
Luego de una campaña que encabezó Listín Diario en 2016 en contra de la circulación de vehículos pesados con gomas lisas (desgastadas) o en mal estado, la entonces Dirección General de Tránsito Terrestre emitió una resolución que indicaba que “Ningún vehículo pesado de motor destinado al transporte de más de 30 pasajeros; camiones de tres o más ejes; vehículos articulados y combinaciones de vehículos sencillos con remolque de una capacidad de carga de más de cinco toneladas, podrán transitar por la vía pública usando gomas lisas”, pero esta quedó derogada con la entrada de la Ley 63-17, de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial dela República Dominicana.
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SECUELAS FATALES DE LOS ACCIDENTES
Desde enero a la fecha se han registrado 1,580 accidentes que han dejado víctimas fatales, lesionadas y pérdidas materiales. Los lugares donde más ocurren estos eventos son las avenidas Las Américas, Máximo Gómez, Jacobo Majluta, 27 de Febrero, las autopistas 6 de Noviembre, Duarte y la carretera Sánchez. Más de 70 accidentes de tránsito de unidades pesadas fueron registrados en agosto pasado. Estos casos de patanas, camiones y autobuses en las vías públicas han sido notificados por el informador José Urtecho, a través de Twitter, y reportes periodísticos.
Historias de vida que inspiran a evitar mal comportamiento en las vías
Medellín es una de las ciudades del país con mayor número de víctimas por accidentes de tránsito.
Hace cinco años, mientras regresaban a Medellín de una finca en Amagá, el carro en el que se movilizaban siete jóvenes sufrió un volcamiento. Una de las llantas golpeó contra el separador de la vía.
Santiago Moreno, de 19 años en ese entonces, le había advertido al conductor que bajara la velocidad. Juan Pablo Cárdenas, un amigo de los que iban en el carro y que por motivos de transporte tuvo que quedarse en la finca, recordó que lo llamaron para contarle que sus amigos se habían accidentado.
Al principio pensó que el accidente había sido leve. “Empecé a llamarlos, pero no contestaban. Ninguno de los siete contestaba. Cuando llegamos a la variante de Caldas, nos encontramos con que estaba cerrada. Ahí nos dimos cuenta de que algo más grave había pasado”, dijo Cárdenas.
El carro, después de perder el control y dar varias vueltas, chocó contra una volqueta que venía en sentido contrario. Tres de los ocupantes del vehículo murieron. Moreno, luego del accidente, tuvo que someterse a 22 cirugías.
Los muchachos se dedican ahora a narrar su historia para concientizar a conductores sobre los riesgos y cuidados que implican el conducir, y rememorar a los tres amigos que perdieron la vida.
Este tipo de relato toma relevancia cuando, según datos de la secretaría de Movilidad de Medellín, entre 2007 y 2017 se registraron 300 muertes por año en accidentes de tránsito en la ciudad.
Privados jalonan campañas
Moreno y Cárdenas relataron su historia en la jornada de seguridad vial organizada por la compañía Gonvarri. Esta empresa, dedicada a la transformación de acero plano y aluminio, tiene como una de sus líneas de negocio el desarrollo de sistemas de contención de vehículos.
Esto se traduce en las barreras metálicas instaladas en las carreteras que sirven para atajar a los carros que van a salirse de la vía. El gerente de esta compañía en Colombia, Mauricio Restrepo, explicó que la iniciativa nació con la idea de crear conciencia entre los trabajadores acerca de la responsabilidad vial.
Pero, desde el año pasado comenzaron a hacerla con público externo a la organización ante las alarmantes cifras que muestran que en el 2016 hubo más de 7.000 muertes en Colombia por accidentes de tránsito. “Lo más grave es que el 90 por ciento de ellos se dio por mal comportamiento: conducir en estado de embriaguez, hablar por celular y exceso de velocidad”, agregó Restrepo.
En la realidad en la que vivíamos, nada podía pasar. No les dé pena decirle al que va manejando que disminuya la velocidad. Todos nos podemos accidentar
Ángela Victoria Urán, una médica radióloga, se animó también a contar su historia. Hace unos 20 años, un viernes en la noche, bajaba en un carro por Las Palmas. Todos en el vehículo, según contó, iban cansados.
Ella cerró los ojos para descansar un rato. “Cuando los abrí, estaba en el tomógrafo”, dijo. El carro se accidentó y el daño estaba hecho: perdió toda la movilidad del cuerpo. En ese momento solo podía mover los ojos y la boca. Con el tiempo, y como una muestra de tenacidad, fue superándose hasta que recuperó la movilidad de las manos.
Para ilustrar la historia, hizo una metáfora con un guayacán: este árbol, un día, luce verde y vigoroso. Después pierde sus hojas y adquiere una apariencia decadente. Pero, unos días más tarde, se llena de flores amarillas y recupera su vigor. Eso pasó con su vida después del accidente. El renacer llegó con la medalla de bronce que ganó en 100 metros libres sobre sillas de ruedas.
Autoridades y sector privado buscan promover el cambio de comportamiento de las personas en las vías.
Foto:
Jaiver Nieto / EL TIEMPO
El secretario de movilidad de Medellín, Humberto Iglesias, lamentó durante la jornada que el peatón siga siendo el agente vial más vulnerable. El año pasado, según su despacho, 113 peatones murieron en las vías. Ellos representan el 43,8 por ciento de las muertes en accidentes. Si bien los peatones cometen imprudencias, recalcó la falta de cultura contra ellos.
Así como Medellín es la más afectada por la accidentalidad vial, también se perfila como una ciudad en la que la seguridad en este campo es una de las prioridades. Por esta razón, sumándose a la idea de Gonvarri, hoy comienza el ‘Primer Congreso Internacional de Seguridad Vial’, en Eafit.
Con estos eventos, autoridades y sector privado, buscan promover el cambio de comportamiento de las personas en las vías y que historias como las de Santiago, Juan Pablo y Angela no se queden en anécdotas aisladas e inertes.
Diario Libre identifica cómo se evade el peaje en Haina
La ruta agrega 17 minutos y cuatro kilómetros en tiempo y distancia
SAN CRISTÓBAL. Muchos de los usuarios de la Circunvalación de Santo Domingo en el tramo comprendido entre las autopistas Duarte y 6 de noviembre, principalmente camioneros, evaden pagar el peaje utilizando un distribuidor de trafico ubicado a 2.5 kilómetros de la estación del cobro de ese impuesto en dirección Norte-Sur y un paso improvisado situado a un kilómetro en dirección contraria.
Los que deciden no pagar los entre RD$100 y RD$200 establecidos para para vehículos livianos y los entre RD$300 y RD$600 para los pesados deben tomar una ruta que inicia en el paraje Buenas Noches, de Hato Nuevo, Manoguayabo, que es la modalidad más utilizada porque usualmente en esa dirección los camiones viajan vacíos, y concluye en el sector La Pared del municipio de Haina o el mismo recorrido a la inversa, que atraviesa el batey Bienvenido y la propia Pared.
La travesía comprende un tramo regular por la Circunvalación de 3.5 kilómetros de largo, que se convierte en 7.5 con el recorrido que se toma para no realizar el pago y aumenta el tiempo para cubrir ese trayecto de tres a 20 minutos, a consecuencia de la estreches y el mal estado de las vías que comunican ambos puntos.
Los evasores deben transitar por el camino al Batey Palave y las carreteras de Hato Nuevo, del Batey Bienvenido y la de La Pared, según sea la ruta tomada.
Conexión improvisada
La conexión en ambos sentidos de la Circunvalación con la carretera de La Pared es un paso que han improvisado los evasores del peaje implementando cruces irregulares próximo al cruce de las dos calles hecho por un puente que no contempla que se interconecten.
Exigen que la práctica se detenga
Los residentes en La Pared de Haina realizaron protestas por el paso de los camiones por las calles de ese sector y reclamaron que las autoridades tomen medidas para que los conductores que no quieran pagar peaje hagan ese desvió, que dicen entorpece el tráfico en la zona y lo convierte en un lugar peligroso, tanto para los peatones como para los demás conductores.
Dos muertos en accidente
El pasado lunes un camión que hacía la ruta por donde habitualmente se evade el peaje en Haina atropelló a los adolescentes Darlin Alfredo e Ismael Rojas, de 15 años, mientras se dirigían a la escuela, cerca del cruce de la carretera de La Pared con la Circunvalación.
